La belleza de la música era inefable.
Aún se me hacía complicado pensar como había podido transcurrir mi existencia sin haber escuchado semejantes notas entrelazarse de forma tan idílica.
Era todo tan...perfecto.
El lugar idóneo con la persona exacta...
pero aún así, aquella canción me tenía cautivada, presa; era mucho más importante para mí que cualquier lugar o ser humano.
Era una canción compuesta únicamente por un piano, pero transmitía mucha...angustia, un dolor sobrehumano; un dolor tan grande que nuestra mente no era capaz de imaginar siquiera.
Pero lo que realmente la hacía especial y diferente, era que, a pesar de que tendría que ser un dolor horrible, conservaba la mágica y la pureza de una canción, o incluso, si es posible, más.
Parecía que sus notas te rozaban, te recorrían todo el cuerpo haciéndote estremecer...era prácticamente imposible escapar, te enamorabas de ella...incondicionalmente.
Además, yo tampoco es que quisiera escapar, caí totalmente rendida a sus pies.
~~ Y me alegro por ello ~~
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