Cuando absorta en mis pensamientos creí descubrir que ya no había nada en éste extraño y perverso mundo que podría hacerme sorprender de forma no favorable, la realidad por desgracia se volvió a mostrar petulante ante mis exhaustos ojos, cansados de...¿De qué están cansados?
De llorar
De que me equivoque
De madurar
De que la vida a veces sea tan injusta y otras tan agradable.
Ésta vez, a mi pesar, la realidad volvió a tener razón, hundiéndome más en todo mi ser.
Los humanos somos despreciables, una raza demasiado imperfecta como para seguir existiendo.
~~ Somos el fin del mundo, y parece que ha nadie le importa ~~
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