viernes, 8 de marzo de 2013
I'm your mind giving you someone to talk to.
Tan solo dime, dulce alma solitaria, ¿sabes lo que es vagar en el olvido? donde todo se transtorna y se vuelve inverosímil y cegador, al fin y al cabo, tan solo te queda tu mente. Pero cuéntame, elixir del diablo, ¿Existimos si no somos recordados? ¿Llegaría a importar algo de lo que logramos si nunca nadie es consciente de ello? Somos instantes, mi amargo elixir. Instantes perdidos en las mentes de personas que ni si quiera conocemos. Miradas fugaces en andenes cuyos nombres nunca supimos. Serás odioso si así se refieren a ti, y viceversa. Esa es la verdad. La verdad absoluta. El concepto "verdad" ha derivado hacia "lo que todo el mundo llega a creer", ansiado delirio, aunque sea duro de aceptar. Sin embargo, y sin más demora, si lo único que importa son los recuerdos, recuérdame con anhelo, pues si existo, asegurarás también tu existencia al no poder dejar de pensar en ti.
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¿Y eso cambia algo? Después de la muerte, estás como ya has leído: muerto.
ResponderEliminarEsa aspiración que tiene el ser humano de querer trascender a toda costa, aún costándole su propia dicha. ¿Tiene acaso sentido?
"Sentido común" es aquello que damos por cierto cuando, como su propio nombre indica, es una verdad compartida, que determina la certeza del saber. Aquello que sabemos por sentido común, lo sabemos por intuición; según descartes se nos enciende esa bombilla amarilla de los dibujos animados y nos encontramos ante un saber.
Sin embargo amiga mía, date cuenta que el sentido común es el menos común de los sentidos. Nuestros actos se mueven por pasiones, sentimientos... y el corazón hace oídos sordos a la razón.
¿Por qué tenemos que buscar siempre dejar nuestro recuerdo? Entiendo que queramos ser significativos para las personas que lo son para nosotros, pero ¿de qué sirve que marquen tu nombre en los libros de historia?
No por ello estoy desmotivando al gentío a hacer historia; es diferente. Haciendo historia cambias tu presente. Un presente hedonista, en el que sólo disfrutamos 1 vez de las cosas, pues son efímeras, y de lo contrario no sabríamos como aprovecharlas.
Blablabla, estereotipos. Que sí, todos sabemos que tenemos que aprovechar la vida, disfrutarla que son 2 días, etc.
Pero actos como aquél del sacrificio de tu felicidad por aparecer en la historia (ojo al dato, sacrificarse por los demás, aún condenándote a carencias de placer corporal; obtienes una satisfacción enorme si has hecho realmente lo que querías) denotan claramente que el mensaje que ya todos conocemos nos entra por un oído y nos sale por el otro.
Haz lo que más quieras con tu futuro, toma tus propias decisiones. Estas frases nos las podemos encontrar hasta en la sopa; y aún así pasamos olímpicamente. Segumos delegando decisiones en los demás por mera comodidad: nunca es fácil hacer decisiones importantes, pero la persona que tiene que vivir eres tú, no los demás por ti.
¡Ay! Pequeña entidad corpórea, dime: ¿es eso lo que de verdad deseas?
¿Para ti la mediocridad es aquél mal del que quieres huir? ¿De verdad crees que los seres mediocres no trascienden luego y son recordados?
Ser recordado para bien, por tus acciones, por tus actos; es exactamente lo mismo que ser alabado. Si es en vida entonces puedes sentirte realizado. La única diferencia es que en muerte tienes la "certeza" de que no te alaban por adulación, sino porque de verdad lo sienten. Esto no es cierto. Aunque a las personas se nos de muy bien criticar a las espaldas, pues no tenemos valor suficiente al parecer para hacerlo cara a cara; nos entra una especie de remordimiento... no, remordimiento no... o puede que sí. ¿No has escuchado eso de 'no hables mal de los muertos'?
Tendemos a alzarlos en un pedestal, obviar cualquier defecto y centrarnos solo en lo positivo. Este aspecto del ser humano está genialmente desaprovechado. Si con los que un día se fueron para no regresar podemos hacerlo, ya solo queda aplicarse este modo de pensar y llevarlo al mundo de los vivos y sobretodo a la concepción que tienes de ti misma.