Vivir sin sentir sería un sin sentido

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo"


Pequeñas pinceladas literarias de rápido consumo


miércoles, 26 de febrero de 2014

"Manuscrito encontrado en el olvido"

Llamar "Vida" al tiempo en el que estás muriendo, cuán ilusoria crueldad.

martes, 18 de febrero de 2014

De poca envergadura

¿Y qué más da lo que hagamos si al final, al ir más allá, al rozar la causa suprema, nos percatamos de que no somos importantes? Por la sencilla razón de que somos prescindibles. Nos necesitamos los unos a los otros. Nos afectan nuestras propias decisiones, aunque no nos atañan directamente, sólo por el hecho de pertenecer y compartir el mismo origen, la misma especie. En última instancia, somos inmiscuidos, englobados y abarcados por nuestra trayectoria común. Cada fallo lo sentimos como nuestro, incluso es posible percibir decepción cuando erra alguien ajeno, si cabe, a tu cultura. Pero, ¿acaso eso es realmente trascendente? ¿Qué somos aquí nosotros, que necesitamos el contacto y calor de la sociabilización, para merecer convertirnos en algo sustancial? Parece que hubiese algo más alto que la razón, más profundo que el alma y el pensamiento, a lo que atribuirle el cobrar importancia. ¿Por qué sentiría sino la irrelevancia inherente al ser humano cuando realmente hay una relación constante e imborrable entre nuestros deseos y preocupaciones? ¿Cual es el criterio para atribuir la cualidad de trascendencia? ¿Se requiere acaso de un ser al que afectar para destacar como ente real? Y siendo yo de naturaleza poco significativa, ¿Por qué soy capaz de llegar a este razonamiento?


domingo, 16 de febrero de 2014

Supones demasiado, me suelen decir.

Esta entrada va a ser un poco diferente, supongo que por eso no avisaré a nadie de que ha sido escrita. Si ya, ¿Si no quiero que la lean por qué la escribo aquí? No es que no quiera que sea conocida, más bien me da igual. Ya está escrita en papel, pero este blog sigue siendo de alguna forma demasiado especial como para no poner conclusiones tan importantes para mí. Lo intento, pero no puedo. Además, me gustaría que esto mostrara todos los puntos de inflexión que he dado, doy y daré en un futuro, por pequeña que sea la desviación. Manías, qué le voy a hacer.
Cada derrota que sufres te hace estar más cerca del triunfo. O no, ¿y si no existe el triunfo? ¿Y si ese objetivo último, que une todas las metas cotidianas, el por qué, la causa de todas tus acciones, no fuera real? ¿Y si fuera producto de la imaginación humana, que une todos los rasgos perfectos que percibe para crear la "superperfección", la "superfelicidad", el "superhombre"? (Sí, Nietzsche y Kant, maldita filosofía y Sebastián (en realidad no sé que voy a hacer el año que viene sin la maldita asignatura))
Lo cierto es que hay muchas personas con sus vidas totalmente planificadas en el mundo. Curiosamente son vidas muy parecidas, todos quieren tener hijos; un trabajo estable y confortable (solo me salía como adjetivo "rewarding", que miedo); encontrar el amor, una persona que, aún siguiendo un ritmo de vida similar al tuyo, te sorprenda cada día, le de un punto de impredecibilidad(soy de las que piensan que buscamos a aquellos que tengan los mismos intereses a nosotros)... En fin, lo llaman vida exitosa. Yo realmente en parte los envidio. En serio, aunque esto parezca una queja a la monotonía del pensamiento humano, o al condicionamiento social en el pensamiento individual, lo cierto es que el tener eso tan claro les hace estar seguro de si mismos, y, al menos en apariencia, ser completamente felices. No sé si será una máscara, una mentira que se hacen incluso a si mismos y con la que pueden vivir apaciblemente, sin plantearse algo más; pero viven cómodamente. Claro, seguir el camino trazado es muy sencillo. Pero mi pregunta es cómo pueden seguir y vivir tantos años sin sucumbir a plantearse si realmente es eso lo que quieren hacer. Y si lo hacen, cómo pueden a volver al momento a estar tranquilos y a caminar por el mismo sendero.
Pero, ¿y si realmente es lo que quieren hacer? ¿por qué a mí no me basta? cabe la posibilidad de que ellos sí que hayan elegido ese camino, sí que les apacigüe el alma, sí que les haga completamente felices, por decirlo de una manera; y yo, y todos los "perdidos" que tenemos esta incertidumbre, simplemente se deba a que no tenemos claro qué tipo de vida queremos vivir. Algunos tienen la suerte de que les ha tocado vivir en el lugar donde ese "tipo-de-vida" es la impuesta, y a otros, por razones desconocidas, necesitan algo diferente. Al fin y al cabo, todos somos distintos.
Si esto fuera cierto, realmente me haría tener esperanza. Porque, aunque aún no sepa qué es lo que quiero y necesito para estar plena (y no digo feliz porque ese término es... no sé, demasiado abstracto hasta para mí, a veces ya me siento feliz aunque no plena), puede que poco a poco me vaya acercando a ello.
Pensándolo mucho, creo que la clave está en hacer justo lo que sientes que tienes que hacer en el momento en el que tienes que hacerlo. Por poner un ejemplo, ahora mismo lo que me gustaría estar haciendo es conociendo otros modos de vivir. Y con eso no me refiero a irme a Francia o a Londres donde, ya, sé que tienen diferentes costumbres; sino a un cambio radical, una nueva forma de ver y de concebir el mundo, de comportarse ante las mismas (o distintas) situaciones. También quiero ser médico e ir a ayudar a gente que realmente lo necesita, no solo porque crea que la empatía es la solución a los problemas sociales, políticos y económicos de hoy en día (que también), sino porque de alguna forma quiero saber lo que se siente ante esa manera de actuar (Ya, os permito llamarme egoísta o ególatra). Vivir cuanto más experiencias diferentes te puede dar muchas perspectivas que te pueden, a su vez, ayudar a saber cómo quieres pasar el resto de tu vida, asentarte. O no hacerlo, lo importante es saber QUÉ es lo que quieres hacer. Supongo que el problema es que simplemente no tengo ni idea de qué es a lo que quiero dedicar mi vida y punto. Tampoco hay trascendencia mayor.
Y es justo ahí a donde quiero llegar, y a lo que le he estado dando vueltas durante toda esta entrada que nadie va a leer por pesada (si has llegado aquí, un aplauso pa' ti y pa' tu paciencia). Todo lo que planteamos lo hacemos para encontrar esa forma de vivir idónea que, no solo te va a ayudar a llenar ese vacío existencial que se encuentra dentro de ti, sino que encima esa plenitud sabes que va a hacer de ti una persona mucho más útil, que pueda aportar muchas más cosas (¿Qué puede dar alguien que no sabe nada? Es como dar felicidad cuando estás muerto por dentro). Al menos, en mi caso. El problema es que nunca he podido hacer lo que siento que tengo que hacer en ese momento. Si lo hiciéramos, tal vez no encontráramos lo que buscamos, pero vamos descartando, aprendiendo, encontrándonos y, en definitiva, estando más cerca del objetivo final. Y, ¿por qué no? disfrutando de esas experiencias que se nos permite vivir (aunque eso es algo que se debería, en mi opinión, hacer siempre, bajo cualquier situación, pero eso es otro tema). Soy demasiado caótica. Anyway, no sé si esto será también algo impuesto socialmente (maldita sea, también quiero estudiar psicología aksjdhfaskdhfdf), pero es lo que siento. No es solo lo que pienso y opino, es algo que siento como mío; como que realmente estoy de acuerdo, pero de corazón. Incluso aunque no exista esa felicidad y plenitud del "objetivo final", lo cierto es que el simple hecho de hacer realidad esos sueños, incluso aunque luego me percate de que no son mis verdaderos deseos, ya en sí me hace un poquito más plena. Tal vez simplemente se trate de eso, y ese es el objetivo final. Ya lo descubriré viviendo.

BTW, dejo la canción con la que he escrito esto. Lo piensas y no tiene tampoco nada especial la primera vez que la escuchas, pero tiene algo enigmático que no sé lo que es. Supongo que es simplemente música.