Vivir sin sentir sería un sin sentido

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo"


Pequeñas pinceladas literarias de rápido consumo


domingo, 29 de junio de 2014

Prioridades

"No sabes vivir" me achacan, atacando a mi espíritu hambriento. "No conoces las reglas de la vida, no triunfarás" afirman, mientras desgastan su existencia entre nimias lágrimas e insulsas contrariedades. ¿Cómo osáis, como si quiera pretendéis, decirme tal sarta de absurdas ideas, cuando ya no sabéis, no recordáis, apreciar el nacimiento de una tímida flor, o el atardecer más ensoñador? Vagar por el mundo es la acción más sencilla que hace todo más complejo, más sombrío. Vivir es algo mucho más completo, más extasiante, más imponente y trascendente. Y aquí por escrito, y con mi sangre como garante, prometo intentar recordar esto a lo largo de todo mi tiempo vital que pueda apreciar.

martes, 24 de junio de 2014

¿La libertad como arma esperanzadora? Como método para reflexionar, sin duda.

La libertad es curiosa. La idea del suicidio es necesaria para preservar nuestra libertad;  para asegurarnos de que, en nuestra condición de seres libres, podemos acabar cuando queramos con nuestra vida. Esa libertad, en cambio, nos da fuerza para seguir viviendo; necesitamos sentir ese libertinaje para continuar caminando. Pero, ¿Por qué esa necesidad de libertad? Si fuésemos más estrictos, podríamos aceptar que sólo nos suicidaríamos si nuestras circunstancias fuesen lo suficientemente dolorosas para no ser soportables, y por tanto dependemos de nuestro ambiente, restringiendo tal afirmación nuestro deseo de libertad. Si nos suicidáramos para demostrar que somos libres, dependemos de esa "idea de libertad". ¿Tal vez lo que coarte la libertad sea el objetivo, la causa, el hacer algo “para” o “por”? ¿Cómo hacer algo neutro? ¿Suicidarse porque sí? ¿No se requiere para eso la ausencia de razón, de conciencia? ¿Somos capaces de usar la conciencia para algo neutro? Cuando algo se adhiere a nuestro entramado de conexiones, a nuestra estructura mental; definitivamente deja de ser neutro;  porque sólo razonaríamos algo, sólo invertiríamos nuestro tiempo en algo de valor para nosotros, por muy nimio que fuese.

Tal vez esa necesidad de libertad tenga su causa en la búsqueda de una nueva forma de vivir que no conlleve vacío y desazón. No podemos vivir sin condicionantes, para poder gozar de ciertas libertades debemos restringir otras. El mero hecho de estar viviendo supone una subordinación al cambio continuo de la vida, a la adaptación y superación de obstáculos. ¿No será que buscamos una nueva forma de existir (sin condiciones) porque sentimos que es la solución a nuestros problemas más internos? ¿Si no hemos encontrado esa irrevocable felicidad en un mundo como este, por qué no en uno completamente distinto? ¿No es la libertad una esperanza?


Si llegáramos a conocerlo todo, y a solucionarlo todo; ese se volvería el mayor de nuestros obstáculos. Necesitamos arreglar. Necesitamos mejorar. Lo estático consume, apaga. 

Parafraseando a Buda.

Yo defiendo el dolor, no el sufrimiento; entendiendo sufrimiento como la disposición a permanecer con una situación desagradable (el dolor es desagradable) sin intentar mejorar, sin intentar evitarlo. El dolor es lícito y necesario siempre y cuando te lleve a valorar aún más la vida. El sufrimiento es el ahogamiento de la fuerza vital, y el arrastrarlo supone el estrangulamiento de la propia emoción, del propio dolor; proporcionando un hastío que consume hasta al más fuerte de los mortales.  


miércoles, 18 de junio de 2014

Cómo te puedo explicar.

Tan mágico y enfermizo, maravilloso y febril, inverosímil y acongojado; como un sentimiento que no necesita ser violento y cegador para tener tales características. Es fuerte e indestructible, de un acero inoxidable que ayuda a ponerle cerrojo a esta cajita de cristal que es tu imperturbable amor. No necesita ser un sanguinario asesino y mutilarme, no requiere de una pasión trémula y tan inhibidora que duele; es único y sencillo con sólo su aparición. Es suave y cálido, mullido como un blanco algodón que las nubes recelasen y envidiasen. Es un encantamiento que acaricia, y por primera vez no necesito ser derrotada, no quiero hundirme en el océano salvaje de mi espíritu. Por primera vez, solo quiero flotar.


martes, 10 de junio de 2014

ínfimo

Conseguiré eliminar el miedo, derretir la incertidumbre. Lograré que os deshagáis de ese infame terror que os apodera, que os impide salvaguardar todos vuestros anhelos reprimidos. ¡No temáis, sombras vagantes, espectros empobrecidos! ¡La verdad sí existe, tranquilizad vuestras almas ordenadas, vuestros espíritus voraces y rebosantes de relaciones! ¡La verdad existe, sólo que es efímera!



domingo, 8 de junio de 2014

Expensive

El mundo se desliza por mi ventanilla bajo la tenue luz de la luna, y parece la ensoñación irreal y bella que me acosa por las noches; en el recoveco más insólito, en el anhelo insaciable de mi alma. Bajo los aciagos suspiros del bullicio, un pájaro emerge entre las tinieblas; grácil, veloz, viaja con el viento mientras se esconde entre las inquietas nubes que se dibujan en la oscuridad, y nunca me pareció ver una criatura tan frágil y, a su vez, libre. Libre de ataduras, libre de castigos, libre de insana y destructora culpabilidad. Libre de moral, de vacío. Libre, en definitiva, de ese arduo y desgastado pensar que convierte la predisposición más viable y creativa, en la profunda caída de nuestro ser, en el desmayo repentino y premeditado del espíritu. Transforma el caminar en un vagar angosto y taciturno, en la lágrima presa de un acorazado de incomprensión que acuchilla casi tanto como ella a sí misma. ¿Creeremos que la actitud contemplativa es contraria al vivir? ¿Si todos contemplamos el transcurso de los hechos, para dejar de quebrantarnos, de fragmentarnos pretendidamente; qué contemplaremos? ¿Nuestros impacientes rostros? ¡Vida, yo te nombro, yo te llamo, yo te anhelo, yo imploro tu presencia!

Could you please let me know what freedom is?

No hay peores cárceles que las palabras, porque proceden del individuo. Sólo somos presos de nosotros mismos.

jueves, 5 de junio de 2014

No sé con certeza qué estoy escribiendo

¿Escuchas el melifluo cantar de su mirada? ¿La dulce y suave melodía que viaja por tus oídos hasta desaparecer acariciando el ocaso? ¡Pero que te calles, escucha! Sólo tienes que oir. ¿Lo sientes? Ese pinchazo, ese pedrusco que rasga, que alimenta, que afila. No corras, no huyas. No es que sea más rápido, es que se encuentra en todas partes. Agazapado se reafirma en el miedo, se oculta en la mirada suplicante que alguna vez lloraste, que alguna vez vomitaste por pura agonía. La notas, se entremezcla entre esa pasión con cerrojo en el olvido, en el recuerdo de aquellos que murieron en este fluir. ¿Pero por qué no percatarse de lo abismal de su entereza? ¿Por qué no atender a cómo apacigua nuestras caricias a la eterna duda? Hoy me acompaña su inocua presencia, su tan desdeñoso pero alarmadamente tranquilizante elixir. ¡Tú, amor, existes porque puedo sentirte! ¡Sin extinguirte, sin concluirte!

lunes, 2 de junio de 2014

Todos somos todo

Y así es como caminamos; dando vueltas, trazando sombras, desgranando dudas que desenvuelven otras más perspicaces, más recónditas pero no por ello más irreales. Y así me sumo en este bucle, en esta nube dueña de mi ser; que me conduce hacia el ocaso, que me guía, me transporta. Dime tú; romántico escondido, modernista agazapado, contemporáneo por convicción; ¿Acaso has podido resolver aquellas preguntas de otros tiempos, de otras generaciones, que tan atrás en el olvido quedaron? ¿Qué es el hombre, idealista acurrucado? ¿Cómo definir la naturaleza, presocrático engañado y oprimido? ¿Es posible que las vayamos arrastrando a cuestas, que nuestras perspectivas no absolutas nos acompañen hasta el fin de nuestros días de incertidumbre? Maraña de pensamientos, cúmulo de esencias y de emociones transcritos a la palabra. Somos caracoles de la existencia, y nuestra casa, nuestro refugio de dudas, cada vez se hace más inmenso. ¿Será, a su vez, más acogedor?