Qué absurdo, seríamos perfectos, cuando somos pura contradicción. Cuando es precisamente esa guerra entre ambas fuerzas, esa incertidumbre, y ese vacío lo que nos impulsa a buscar, encontrar, perder, adaptarse, y mantener el ciclo vital.
¿Pero no es eso, al final, perfecto? ¿No estoy terminando en una ley general, una realidad común a todas las perspectivas? ¿No debería existir? ¿No somos entonces, todos, contradicción? ¿Hay, por necesidad de hallar excepciones, personas capaz de aunar el impulso vital con la razón?
No se si existirán personas capaces de aunar razón e instinto, si alguien puede tiene mis más sincera admiración. Yo cada vez me decanto más a pensar que la razón enloquece la directa decisión de los instintos, pero no se hasta que punto esto es positivo o negativo (como si pudiéramos definir estos conceptos). Solo se que estamos llenos de prejuicios, llenos de resentimientos que no corresponden.
ResponderEliminarNo quiero tener razón, sólo espero no estar equivocada.