Vivir sin sentir sería un sin sentido

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo"


Pequeñas pinceladas literarias de rápido consumo


lunes, 21 de marzo de 2016

Grietas en la memoria

Pueden preguntarme con toda la bondad del mundo que por qué escribo, y no sabré contestar. Quizá es porque es la única forma posible de encontrarme con mis ojos, de vaciar el viento que llevo dentro. Algo así como respirar antes de fundirte en el océano, de besar después de hacer el amor, de cogernos de la mano si tenemos frío. 
No sabría explicarlo, pero es algo natural. Como si los versos se fundiesen con mis manos, o las palabras le dieran forma a mis pestillos. 
Algunos prefieren perderse entre lo cotidiano (o más bien entre una sola y única forma de mirar), por mera costumbre o inercia, temor al desequilibrio. Tal vez, en ese caso, escriba por miedo a perder esas grietas del cielo que esconden nuevos crepúsculos, y un nuevo modo de conformar la existencia. Qué sería de nosotros sin la sorpresa de la lluvia, sin abrir libros nuevos y romper antiguos vasos de cristal. 
Y entonces aparece la palabra, como salvadora de esa incomprensión, ese abrazo cálido que te acompaña en el sencillo pretexto de explorar(te) entre otras posibilidades, de encontrar(te) entre arenas de otras playas. Existen almas con esa capacidad (o condena) de sacar las gotas de rocío, las grietas de la memoria, el brillo de lo insólito y lo jamás pensado; y traducirlo entre letras y espacios. 

2 comentarios:

  1. No dejes de escribir nunca, por favor.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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