Vivir sin sentir sería un sin sentido

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo"


Pequeñas pinceladas literarias de rápido consumo


miércoles, 21 de octubre de 2015

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La felicidad y la consciencia, unión improbable. Antónimos se me asemejan.
La consciencia y las pasiones, tan necesaria la primera para evitar emociones primarias que solo desgastan lo que rozan. Cruel envidia, el fuerte estruendo de la soberbia.
¿O será que desgastan y nos vuelven desgraciados porque somos conscientes de su existencia?

3 comentarios:

  1. ¿Pecado se designa a la acción del pecador o pecador se autodenomina el que consciente es de lo que proclama como pecado? ¿Acaso la consciencia no es más que una herramienta de martirio para el que preso se cree de sus emociones, haciéndonos sentir de este modo culpable? ¿Es por tanto la consciencia del existir algo opuesto a la felicidad? ¿Acaso la mejor opción es sollozar al amparo del pasado, sin querer saber nada más, pues Nada es todo lo que necesitas para dejar de desgastarte?

    Puede ser, pues tristes miradas son conscientes de frías estampas... Pero, ¿hay algo más? Sobre el ser conscientes hallamos el de qué queremos ser conscientes, de qué queremos que se impregne nuestra realidad...

    ¿Y tú? ¿Qué quieres tener en mente? ¿Vanos esfuerzos de cargar con mayores infortunios y culpas? ¿Dolor y arrepentimiento, desgaste? ¿O al contrario, serás consciente del rugir de tu creatividad, del sentir de tus labios esbozando una sonrisa, del valor de dar cada día hacer brillar tu espíritu? La felicidad y la consciencia, unión posible si así lo buscas

    Un saludo :)

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Saber reorientar tu existencia según la consciencia personal tiene un precio. Los mordiscos entre besos se pagan con sangre. Igualmente, saber de qué quieres ser consciente, o perpetuar la consciencia del ser, puede ayudarnos a forjar el camino (seguro), pero no sólo somos conscientes de deseos e ideas aisladas, también lo somos de emociones. Y no sé si lo harás, pero hay una carga infinita en mí, una fuerza tan creativa como arrolladora, que alimenta su afán de engrandecer y de pintar de nuevos colores, con una insatisfacción ilógica y abrumadora, tan ilógica como el estar aquí, de alguna forma.
      Es bueno que des puntos positivos al asunto, para tener las dos visiones, al fin y al cabo las cosas son neutras y nosotros las coloreamos.
      Otro saludo :)

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