amanece bien templada, descalza;
de rocío andando deslumbrada.
En un halo te recreas, helada;
en un halo tú sueñas, soñada.
Has de ser como la luz,
frágil punzón, fuerza calmada;
que yo entre tus sueños hallara.
En tu boca la hiel, quemada;
en tus ojos mi vida, pasaba.
Qué tren más marchito éste,
qué de imágenes olvidadas.
En la ventana mis manos, cansadas;
en mis manos te hallas, amada.
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