Vivir sin sentir sería un sin sentido

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo"


Pequeñas pinceladas literarias de rápido consumo


lunes, 11 de septiembre de 2017

Princesa rota

Esa sucia estampa
de niña rica de bar,
de princesa rota
bajo las luces de coral
de la calle y su pelaje.

Esa sucia muchacha
de ojos claros y tristes,
de lamentos de copas
y perfumes tristes,
y tabaco de liar;
y esquinas angostas,
y recuerdos torcidos
entre herrumbre y soledad.

Que no sabe escribir,
que no sabe gritar;
que se dejó olvidada la vida
en la memoria del mar,
que se intentó coser
las lágrimas del suelo,
pero dime cómo se cose
siendo solo aguja
y cristal.

Dime cómo se canta ya
si no se sabe de música,
dime cómo se llora
si regaló su río
a su musa;
que perdió su ser,
que se dejó vencer ,
que ya no quiere ser quién es,
o no sabe
o no lo recuerda;
escuálida y frágil
cree que su único velcro
son los labios ajenos,
las manos suaves,
los besos.

Pero como quien busca
un pez en el agua,
arena en el desierto;
ella solo conoce la sed
sin aliento,
solo encuentra
los hilos a medias,
los puños cerrados,
los ojos de hastío,
y las heridas abiertas;
cree que se abraza
entre hombros de paja,
y caricias de viento;
porque ella al final
solo
es
tórrido
hielo,
y no hay nada más
que sus ojos negros
reflejados en los tuyos
de acero.

La gran diferencia es que los tuyos son vacíos
y los suyos son miedos.

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