Vivir sin sentir sería un sin sentido

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo"


Pequeñas pinceladas literarias de rápido consumo


lunes, 23 de febrero de 2015

Ni eres, ni me basta

Me doblegaría por tu trémulo esbozo,
que siento que se hunde en el recuerdo.
Agazapado me huye,
y se muestra como un terrible ensueño;
una nube de papel,
de humo rasgado por mi inconsciencia,
de mentira que se maquilla de angustia,
o tal vez es al revés,
admito que no lo sé,
que hace tiempo que este ansia es tan solo
ese nublado cielo envuelto en polvo,
ese reverso quemado del hedor de tus ojos.

Ciegas ciénagas susurrando,
en los viajes a la negra catarsis;
que trazas al compás del viento,
que dibujas siguiendo el transcurso,
de este sucio existir
que tan poca existencia me otorga.
Y tan oscuras son tus pupilas,
y tan raídos tus cabellos,
y tan sesgados tus deseos;
quién lo diría,
te pareces a la contradicción,
de mi espíritu roto y convexo,
rama rota, de hambre exento.

Y el corazón se me desgrana,
cuando vislumbra tus pasos de hada madrina,
las comisuras de tus labios marchitas.
Y ríes, y rompes cristales;
y la cúpula de tu semblante se deshace.
Y yo ya no sé como explicarte,
que el regusto de esta vida me consume,
que he cambiado ser por necesitarte,
y necesito ser para seguir muriendo en tus brasas,
quemado entre tus pasos de bruja,
en la impotencia de no saber hacer otra cosa,
que desesperadamente amarte.

De viajes y de sonrisas me dibujaba,
de transparente y pulcro río
que desembocaba,
que irremediablemente terminaba;
pero pura era la limpieza de su seno,
que ahora deambula sonámbulo
por los surcos del ensueño,
en un letargo lejano pero presente,
tan cerca que el olor aniquila
el rosa pálido y calmado de mis cerezos.

Ya sabes, amor.
Querer y perder cruzan de la mano
por esta senda de espinas y rosas.
Sencillamente,
y ya resumiendo,
a martillazos intento desgranar
la fina tela de mi torpe volar.
Ya no me quedan fachadas;
Ya ni soy, ni eres, 
Y mucho menos me basta.




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