lunes, 12 de mayo de 2014
Fly flying
Vuela latido acompasado, perdido caminante, olvido feroz y destructivo. Volad para descansar las penas, para calmar ese alma que agoniza y amenaza con romper a llorar trágicamente; en la esquina en la que los miedos se encuentran, en la oscura llama de la desesperación. Volad, pues alzar las plumas desafiantes al ocaso, proclamar ese libertinaje nato que en vuestra alma reside intacto; puede no tener sentido, pero llegará un momento en el no podréis hacerlo.
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Me resulta muy curioso que relaciones el volar con la liberación, a mí volar siempre me ha parecido una tarea que aunque muy liberado requiere una especial actitud positiva con la que no puedo olvidar mis penas. Prefiero tirarme de espaldas al mar y hundir en sus profundidades cuando me siento así. Seguro que tiene una explicación psicológica una y otra preferencia, en parte me gustaría saberla
ResponderEliminarPSICOLOGÍA, MARTA. PSICOLOGÍA *_*
ResponderEliminarCreo que volar lo relacionas con el esfuerzo de comenzar a hacerlo, de batir las alas y alzar el vuelo. Para hundirte en el mar sólo tienes que dejarte caer sobre tu peso, y, como todo lo que implica esfuerzo requiere de un impulso, una motivación que te lleve a hacerlo; necesitas estar recordando continuamente tu vida, tanto momentos aislados como ella en sí. Sin embargo, volar es algo tan innovador, tan inaccesible, que resulta mucho más... deseable, ardiente, no estoy segura.