Vivir sin sentir sería un sin sentido

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo"


Pequeñas pinceladas literarias de rápido consumo


lunes, 19 de mayo de 2014

Tan libre de ataduras que mi alma no se encuentra

Que la vida es una relación de situaciones e individuos, y una constante influencia entre ellos que determina lo que son, puedo aceptarlo como una teoría muy coherente y que, actualmente, se corresponde con la realidad (o, al menos, con mi perspectiva de la realidad. Y con la de Ortega y Gasset, también).
Claro que si estudias los momentos aislados, pueden resultar tanto más satisfactorios (si has vivido alguna situación agradable), que el global de lo que se podría considerar tu "vida", tu "existencia", tu "circunstancia" más personal e íntima. Y sólo porque la actividad intelectual cambia, difiere. Los momentos aislados, las situaciones solas, olvidando todo lo pasado y lo futuro; se recuerdan, se visualizan, se relame el gusto a antiguo, se rememoran las emociones e ideas presentes. Cuando admiras el conjunto, en cambio, no recuerdas; pues, "el conjunto" no es algo que, en sí, se haya vivido. Cuando lo haces; proyectas tus deseos, racionalizas los momentos, buscas la causa y el efecto de las diferentes situaciones que se interrelacionan. Eso lleva al vacío, pues ninguna causa es última. De hecho, la búsqueda de la causa es tan sólo un síntoma de vacío.
¡Recordemos! ¡Vivamos para recordar!

2 comentarios:

  1. Recordar, parece algo tan sencillo pero a la vez tan difícil. ¿Cuánto queremos recordar? ¿Cuánto pesa ese pasado que llevamos con nosotros? Vivimos para tener algo que recordar, o recordamos para tener algo por lo que vivir

    ResponderEliminar
  2. ¿Por qué no una retroalimentación? ¿Por qué no recuerdos que te dan la vida y te impulsan a recordar para seguir haciéndolo? Todo son ciclos retroalimentativos.

    ResponderEliminar