Vivir sin sentir sería un sin sentido

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo"


Pequeñas pinceladas literarias de rápido consumo


sábado, 10 de enero de 2015

Hola yo, ¿Cómo estás?

Hay unos ojos aguamarina que me observan desde la esquina de atrás.
Ellos creen que no me percato de su presencia, 
pero yo intuyo su tenue desvío de pupilas,
el sofoco apaciguado de sus párpados;
al fijar mi vista en su mirar.

Llevan una sonrisa incrustada en su parpadeo asincrónico; 
y se desvisten,
desgastan su labia en posar una mirada vidriosa
en el ruido de mi paso danzante al caminar,
en mi desgastada silueta cuando aparece sin llamar. 

Desde que su esencia me envuelve todo es más tangible,
todo parece incluso real.
Será que entre las lágrimas de miel 
que expulsaban la dulzura de tu imagen en mi memoria,
de mi propio recuerdo arañado por las horas;
he encontrado una perla blanca,
que mi único cuervo (yo misma) aún no ha sabido robar.

¡Vaya! qué curiosa la sorpresa,
que tiende a aparecer cuando nunca es llamada,
cuando nuestro anhelo hacia su figura
se extinguió entre el fuego de la desdicha.
¡Qué curiosa la sorpresa,
cuando resulta que esos ojos son los míos!


  

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