Vivir sin sentir sería un sin sentido

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo"


Pequeñas pinceladas literarias de rápido consumo


domingo, 6 de diciembre de 2015

La melodía

El sol y mis párpados descienden al compás de un ritmo que desconozco pero, sospecho, vive intrínseco en cada latido que el corazón nos regala.
Una danza, un vals de nubes diario. Un sinfín de notas de lluvia, de corcheas vivaces amaneciendo, y de silencios dibujados en la luna.
Y de vez en cuando olvidamos la brújula sin saber seguir, y se descarrila la orquesta. Y pasa como cuando corrías entre los árboles del bosque; que buscabas perderte y lo conseguías. Que todas las notas te suenan iguales, y todas se aparecen en sintonía para proseguir con la obra.
Pero no es cierto. Hay un violín rasgado, un desolado piano. Y los siento ascender por mis oídos, viajar por las terminaciones nerviosas, acariciar la sinrazón; y con su voz más tenue gritar que aún queda escuchar muchas melodías para avivar esa sinfonía perfecta, la asincronía de notas entremezclándose como hermanas hechas de la misma sangre.
Miro y escucho un violín sin armonía, un piano desafinando. Pero aún hay tiempo, que jamás cese la orquesta.

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