Vivir sin sentir sería un sin sentido

"Sé el cambio que quieres ver en el mundo"


Pequeñas pinceladas literarias de rápido consumo


domingo, 27 de diciembre de 2015

Hagamos el arte

Me gusta tu lengua ardiente
encendiendo hogueras entre mis comisuras.
Los giros blancos de tus dientes
y los remolinos de tu pelo,
los montes de tus palabras en mis orejas
acariciando mi locura,
el sabor a sal quemada de tus lágrimas
y cómo las absorbo en silencio,
esperando saciar una sed que se alimenta de tu perfume.

Me gusta tu piel desnuda por la mañana
y la manera de atraer al pincel de mi sensibilidad,
y la forma en la que se convierte en un lienzo,
en el lienzo;
me gusta arañarlo y mordisquearlo,
dibujar montes y caderas,
rodearlo de matices y sombras,
casi tantos como en tus pupilas exaltadas de embestidas,
como en el sinuoso éxtasis en el que te vuelves música.

Me gusta tenerte cerca para respirar tu aliento,
y que se convierta en el oxigeno que me revuelve
y me salva,
y respirar el contagioso sonido de tu risa,
y ver como rompe con el ambiente y lo hace trascender.
También me gusta el nudo de nuestros dedos,
ligero y fuerte como un guante,
suave y tosco como mis piernas abalanzándose a tu cuerpo,
o mis heridas cerrándose con tus gemidos,
o mi deseo volviéndose carne
mientras pierdo el sentido (o lo encuentro).

Me gusta tu boca en mi tinta,
la tinta de tu boca,
y escribir poesía con tus pestañas.

Me gusta que seas poesía
y poder tocarte,
y esa forma que tenemos
de ser arte al tocarnos.



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